
Concretamente, el texto explicita que debemos duplicar la tasa media anual mundial en mejoras de eficiencia energética para 2030, triplicar la capacidad mundial de energía renovable y acelerar los esfuerzos encaminados a la eliminación gradual de la energía procedente del carbón, marcando de esta manera una senda firme y clara para lograr las cero emisiones netas para 2050.

